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Al empezar la temporada la secadora debe estar lista para trabajar. Esto significa en primer lugar la limpieza total de la torre de secado.
Si no se hiciera así, no seria difícil que se observaran bajos rendimientos de la máquina, debido a menores cantidades de agua evaporadas en el aire usado.
Una correcta limpieza, además, reduce mucho los riesgos de daño a la mercadería y los peligros de incendio.
La mayoría de las veces los problemas se deben a la acumulación en las columnas y caballetes de elementos gruesos de algunos centímetros de espesor constituidos por materiales rígidos como pedazos de hojas, de paja, de marlos, etc., que al aglomerarse, forman tapones que impiden el escurrimiento normal del grano, y que constituyen pasajes preferenciales para el aire caliente. Este aire DO arrastrará bien el agua del grano, sobresecará las impurezas y podrá facilitar el inicio de incendios. Además todo esto significa un mayor consumo de combustible.
Es común ver oxidadas las partes metálicas de la zona superior de la cámara de secado de las secadoras tipo torre, debido a que el aire está muy cargado de humedad en esa parte.
En secadoras de columnas, las paredes perforadas interiores y exteriores deben limpiarse perfectamente pues si los agujeros están tapados por granos partidos, polvillo u otros cuerpos extraños se produce una reducción de los caudales de aire y del rendimiento de la secadora. Esta limpieza tiene que hacerse también en forma periódica en épocas de trabajo. La limpieza es fundamental sobre todo cuando se debe cambiar de grano.
Es importante que la secadora tenga fáciles accesos a su interior a fin de poder efectuar los periódicos trabajos de limpieza y mantenimiento.
Se aconseja que posea escaleras seguras para acceder a los diferentes lugares de la máquina.
También adquiere real importancia tener un buen programa de mantenimiento y reparaciones en época de trabajo. Si no fuera posible contar con todo el personal especializado para dichas tareas (electricistas, mecánicos, expertos en quemadores, etc.) se debe tener la seguridad de hacer arreglos previos para que aquellos puedan acudir de inmediato. Una secadora detenida muchas horas puede significar una pérdida de dinero importantísima.
Antes de ponerla en marcha debe verificarse el libre funcionamiento de los distintos mecanismos, como los ventiladores (haciéndolos girar varias vueltas para asegurarse que no haya roces), el descargador y otras partes movibles.
Deben lubricarse todos los alemites y movimientos empleando las grasas y aceites que se recomiendan, para lo cual hay que consultar los respectivos manuales de los fabricantes.
Igualmente, la limpieza de los filtros, el estado del quemador y de la cámara de combustión o del horno resultan primordiales tareas previas a la iniciación del trabajo de la secadora.
Al comenzar el secado con la máquina llena de grano húmedo, el tercio inferior sale húmedo de la secadora y otro tercio semihúmedo, granos que deben ser retransportados a la secadora.
Más conveniente es llenar la máquina con grano seco (dejarla llena el día anterior) para que de esta manera, una vez iniciado el proceso, los granos desciendan paulatinamente, dando lugar a que los granos húmedos que entrarán con posterioridad reciban el proceso de secado y enfriamiento y salgan adecuadamente secos.
En los manuales de cada secadora se encuentran tas instrucciones para su puesta en marcha; en la mayoría de las máquinas, en primer lugar se prenden los ventiladores y posteriormente el quemador. Luego de unos 15-20 minutos de funcionamiento para permitir el calentamiento de toda la masa de grano, cámaras, torre, etc., se puede accionar el sistema de descarga, de modo de conseguir el paso de la cantidad deseada de granos.
Como existen tipos diferentes de secadoras, cada una tiene su método particular de puesta en marcha, por lo que se recomienda muy expresamente seguir las instrucciones del manual.
Siempre que sea posible la secadora debe funcionar sin interrupciones. Las detenciones repetidas pueden provocar la compactación del grano y resulta después difícil ponerla nuevamente en movimiento y además afectan la eficiencia general de la maquina.
Por estas razones es necesario contar con una capacidad de almacenamiento de grano húmedo suficiente para mantener la secadora en funcionamiento sin interrupciones.
Es trascendente que la máquina trabaje siempre llena, pues si no lo está se resiente su funcionamiento. Para ello, se cuenta con el sensor de nivel de llenado, en la parte superior; si éste último no funciona o no existe, la secadora puede trabajar poco cargada, entonces el aire circulará con mayor velocidad en la zona superior sin atravesar los granos, con la consiguiente pérdida de rendimiento.
Los sensores o controles de nivel de llenado no deben faltar en ninguna secadora. Los más empleados trabajan por la presión que ejercen los granos sobre el contacto del sensor. Cuando la máquina está llena, se desactiva la alarma. Cuando la máquina se vacia, se pierde el contacto y la alarma suena y se prende la luz de aviso.
Más útiles son los sensores de máxima y de mínima. Los de máxima se activan cuando la tolva está llena y desconectan automáticamente la alimentación de la misma. Los de mínima son del tipo ya mencionado.
Las secadoras continuas pueden demorar hasta dos horas en alcanzar su régimen de trabajo normal. Algunas máquinas, al principio pueden producir nubes de humo blanco porque todavía la cámara de combustión o el horno están fríos, que desaparecen cuando se haya alcanzado la temperatura suficiente.
Al finalizar el secado se debe apagar el quemador dejando los ventiladores funcionando unos 45 a 60 minutos, sobre todo si el grano va a permanecer en la secadora, con el fin de conservar el grano parcialmente seco en las distintas zonas.
Además de los diversos controles ya explicados en otras secciones de este libro, hay otros que son recomendables en todas las secadoras, como los siguientes:
- Corte automático del suministro de calor si el movimiento del aire se detiene.
- Válvula manual, de accionamiento rápido, ubicada en la línea de provisión de combustible, antes de la secadora y fuera de todo recinto o edificio.
- Corte automático de combustible gaseoso a los pilotos en oportunidad que estos se apaguen.
- Cuando se emplean combustibles gaseosos, un control deberla permitir una preventilación de la cámara del plenum, antes del encendido.
- Los controles eléctricos deberían estar separados de los controles de gas; estos últimos, como válvulas, filtros, válvulas de seguridad, no deberían estar ubicados en la caja de controles eléctricos.
- Los motores eléctricos deberían estar protegidos, para evitar sobrecargas por fusibles, interruptores, relays térmicos o dispositivos similares.
- Detención de los equipos transportadores de grano a la secadora, pero sin detener los equipos transportadores de la descarga de la máquina por un cierto tiempo hasta liberarla totalmente y si fuera necesario detener el proceso.
- El diseño y la fabricación de secadoras se bao orientado hacia la seguridad de los operarios. Sin embargo, la naturaleza de las secadoras teniendo quemadores, equipo eléctrico de alto voltaje y elementos rotativos de gran velocidad, siempre presentan un peligro al personal, por lo que todas las medidas de seguridad deben ser atentamente cumplidas.
Cuando Francia, el país quizás líder en cuanto al diseño de secadoras modernas, construyó máquinas con recuperación de calor, temperaturas diferenciales y otros adelantos y al mismo tiempo comenzó a eliminar el intercambiador de calor y se notó un aumento considerable en los incendios de secadoras.
El hecho de enviar los gases de combustión directamente al aire de secado es una causa de la iniciación de los incendios. Las partículas que pueden llevar los gases como basura, polvo y grasas que vuelan cerca de las secadoras y que absorben los ventiladores, se pueden inflamar y comenzar el fuego en el interior de la máquina.
Por esta razón hubo necesidad de agregar filtros que detuvieran las impurezas que arrastraba el aire usado que había atravesado el grano, como se ha ilustrado cuando se trató el tema de la recuperación de calor. Al respecto hay que recalcar que si se obstruyen los filtros, ellos mismos pueden transformarse en generadores de incendios.
Además se advirtió una tendencia a alejar la secadora del resto de las instalaciones de la planta de acopio, por lo menos unos 5 a 6 metros.
Posteriormente se han difundido los sensores que detectan elevaciones de temperatura en el aire usado y en el interior de la máquina.
A medida que las secadoras son de mayor tamaño, las pérdidas por incendio se hacen más cuantiosas, no sólo por los daños físicos a reparar, sino también por el lucro cesante de una máquina detenida y los gastos de transporte para el tratamiento de los granos en otro centro de acoplo.
Se debe tratar por todas las formas de evitar la aspiración de aire sucio; ejemplos de este tipo se presentan en locales cerrados que tienen silos abiertos, en aspiraciones a favor de vientos predominantes cuando hay en las cercanías tubos de descarga, limpiadoras, basura emitida por la misma secadora, etc. Es conveniente siempre algún tipo de malla filtrante delante del ventilador.
El girasol es el grano que más peligro presenta para iniciar un incendio, por las razones que se indican en el tema "Secado de girasol", del Capítulo IX.
Haciendo abstracción de los problemas ya mencionados, en Argentina se pueden destacar las siguientes causas, en orden de prioridad:
- Falta de mantenimiento y limpieza del interior de la cámara de secado. A voces ello se produce por negligencia y en otras porque existen lugares de la máquina que son inaccesibles para los operarios de limpieza. En algunos sitios se produce acumulación de restos vegetales y basura, que se recalientan y auto-inflaman. En ocasiones, cuando se detiene la secadora por tiempo prolongado sin haberla vaciado previamente, al volver a funcionar se originan atascamientos que pueden iniciar el fuego.
- Ingreso a la secadora de grano muy sucio de restos vegetales, paja, chala, etc., por la falta de prelimpieza de los granos. Estas impurezas se deshidratan completamente y se pueden inflamar con facilidad.
- Mal funcionamiento del quemador, por defectuosa pulverización del combustible debido a suciedad, falta de mantenimiento, regulación incorrecta de la temperatura.
- Producción de compuestos inflamables por elevadas temperaturas en granos oleaginosos especialmente, o por fermentaciones que originan alcoholes, ácidos grasos volátiles fácilmente combustibles.
- Aspiración de impurezas por los ventiladores, como se comentó más arriba.
- Corrosión excesiva de la cámara de combustión o del horno, que puede ocasionar partículas metálicas incandescentes.
- Alargamiento de la llama por bruscas variaciones del caudal de aire, por problemas del ventilador, cierre accidental de persianas, etc., llama que puede alcanzar hasta las columnas.
M. Eugene (1989), en experiencias realizadas en Francia, comprobó grandes diferencias de temperatura del aire de secado en algunas secadoras de este país, dentro de la cámara de secado, con filetes de aire de muy altas temperaturas que podrían originar focos de incendio.
- Realizar la prelimpieza del grano húmedo.
- Limpieza periódica de la secadora, del quemador y otras partes.
- Buen control de las temperaturas del aire de secado, y del aire usado que sale de la máquina.
- Rebajar las temperaturas cuando se sequen granos peligrosos, como girasol y sorgo granífero.
- Colocar mallas filtrantes en las bocas de los ventiladores o abertura de aspiración, y utilizar filtros de aire en secadoras con recirculación de calor.
- Disponer de ciclones en cabezas de norias y en otros lugares para eliminar buena parte de la basura y el polvo.
Algunos dispositivos o mejoras que se aconsejan son:
- Colocar persianas, tapas o elementos similares que permitan obturar las entradas de aire a los ventiladores o a las cámaras, para evitar el efecto "chimenea", que puede agravar al incendio, ano con los ventiladores detenidos.
- Ubicar sondas térmicas en lugares claves de la máquina para controlar la temperatura del aire de secado, y del aire usado. Eugene (1989) recomienda por lo menos 10 sondas térmicas en toda la altura de la cámara del aire usado.
- También existen en la actualidad detectores de diversos tipos, como los gaseosos de bióxido de estaño que, ubicados en los conductos de evacuación del aire usado, están unidos a alarmas luminosas sonoras. Igualmente detectores de hilo de nylon, que se funden a temperaturas elevadas, y accionan las alarmas.
- Contar con otros controles como son el nivel de grano mínimo en la tolva superior de alimentación, detección de retardos en el movimiento de los granos antes y después de la secadora, etc.
- Detener todos los movimientos de grano, apagar los quemadores y los ventiladores.
- Bloquear todas las entradas de aire, como se dijo.
- En la mayoría de los casos no conviene descargar rápidamente las cámaras y columnas de secado, pues se puede agravar el problema al aumentar el tiraje de aire y la provisión respectiva de oxígeno.
- Atacar los focos de incendio con extinguidores y mangueras de agua. En general, es mucho mejor arrojar el agua desde arriba de la máquina. Si se hace desde abajo, abriendo las puertas de la tolva inferior, se puede favorecer la propagación del fuego por el efecto de chimenea que se crea.
Es de advertir que todas estas acciones deben ser llevadas a cabo por personal de la planta, el que debe estar previamente capacitado para ello. Es muy conveniente instruir a todas las personas sobre estas medidas, para que sepan actuar con rapidez ante un incendio y no sean presas del pánico. Si el agravamiento requiere la intervención de los bomberos, hay que pensar que ello producirá importantes daños, además de la paralización de las instalaciones y de las pérdidas resultantes.
En esta sección se describen algunos problemas comunes que se originan en el trabajo, y se refieren a las secadoras más corrientes de Argentina. Es importante que estos aspectos estén tratados en los manuales de los fabricantes, los cuales deben ser consultados por los usuarios.
Los problemas referentes a ciertos daños ocasionados a los granos, como pérdida de elementos nutritivos, de color, rotura, excesivo fisurado, etc., se encontrarán detallados en el Capitulo X.
Oh os temas, como lubricación, arranque, instalación de la máquina, conexiones, etc., son específicos de cada marca y modelo, aspectos que figuran en los respectivos manuales de instrucciones.
PROBLEMA : Bajo rendimiento de la secadora en t/hora
Causa : Grano que ingresa muy sucio, con gran cantidad de hojas, pujas, materias extrañas, pedazos de marlos, etc.
Solución : Efectuar la prelimpieza del grano húmedo
Causa : La temperatura del aire es inferior a la adecuada
Solución : Regular el quemador
Aumentar la inyección del combustible
Causa : Menor caudal de aire que el adecuado
Registros, persianas o aberturas muy cerrados o insuficentes
Falta de velocidad del ventilador
Solución : Abrir los registros o persianas
Motor en mal estado o mal elegido
Causa : Torre de secado no totalmente llena de granos
Solución : Verificar el control de nivel de llenado
Aumentar la capacidad de carga del elemento de transporte de grano
Causa : Paredes perforadas obstruidas (en secadoras de flujo cruzado)
Solución : Efectuar la prelimpieza del grano
Limpiar periódicamente las paredes
Causa : Filtros colmados de suciedad (en maquinas con recirculación de aire)
Solución : Limpiar o cambiar los filtros
Causa : El humedímetro funciona mal, o se lo emplea incorrectamente
Solución : Controlarlo, cambiarlo o consultar
Causa : Cálculos erróneos de las mermas
Solución : Revisar los cálculos, o hacerse asesorar
PROBLEMA : No se alcanza la temperatura correcta del aire
Causa : Falta de aislación de paredes y cámaras
Solución : Aislar paredes y cámaras
Causa : Pérdidas por filtraciones de aire
Solución : Tapar filtraciones y fugas
Causa : Mala regulación del quemador
Solución : Regular el quemador
Aumentar la inyección de combustible
Si la máquina tiene entradas de aire de dilución, no deben cerrarse para obtener un aumento de temperatura, porque se producirá una pérdida de rendimiento de la secadora.
PROBLEMA : El grano sale desuniforme en su humedad
Causa : El grano no se mezcla bien en la secadora
Ingresan partidas de grano con mucha diferencia de humedad inicial
Solución : No secar granos con gran diferencia de humedad
Causa : Falta un control más estricto de la humedad de salida
Solución : Controlar con mayor periodicidad la humedad de la descarga o instalar un control automático.
PROBLEMA : Exceso de revenido en los granos secados
Causa : Secar en una sola pasada a granos muy húmedos
Medir la humedad al grano recién salido de la secadora
Solución : Secar en dos o más pasadas
Medir la humedad unas 10 horas luego del secado
Emplear seca-aireación
PROBLEMA : Los granos salen muy calientes
Causa : Escaso enfriamiento
Solución : Aumentar el tamaño de la cámara de enfriamiento (cuando sea posible)
Causa : Excesivo tiempo de permanencia
Solución : Reducir la temperatura del aire
Aumentar la descarga
Causa : Granos sobresecados
Solución : Controlar bien la humedad de salida
Causa : Escaso tiempo de permanencia (granos con poca humedad inicial)
Solución : Disminuir la descarga
Reducir la temperatura del aire
Causa : Muy alta temperatura exterior
Solución : Secar de noche
PROBLEMA : El quemador no se prende
Causa : Agua en el ges-oíl
Aire en el circuito
Piloto que se apaga
El encendido eléctrico no funciona
Solución : Mantener el tanque de combustible siempre lleno
Cebar la bomba de combustible
Mala regulación
Bujías muy separadas o muy gastadas o tocándose
PROBLEMA : Elevado consumo de combustible
Causa : Muy altas temperaturas de secado
Quemador mal regulado
Temperatura exterior muy baja
Solución : Reducir temperatura de secado
Regular quemador
Secar en horas más cálidas
PROBLEMA : Aparecen granos tostados o quemados
Causa : Tiempo de permanencia excesivo
Solución : Aumentar la velocidad de descarga
Causa : Se trabaja con temperaturas de secado más elevadas de lo necesario
Solución : Disminuir la temperatura de secado
Causa : Obstrucciones en el interior de la máquina, que detienen mucho tiempo a algunos granos
Solución : Descargar la máquina totalmente y limpiarla
Causa : Mal funcionamiento del sistema de descarga
Solución : Regularlo correctamente
PROBLEMA : Los granos salen con olor a combustible
Causa : Uno de combustibles líquidos pesados
Solución : Usar sólo gas-oíl
Mejor transformar el quemador para emplear gas envasado o natural
Incluir un intercamblador de calor
PROBLEMA : Se apaga la llama
Causa : Falta de combustible
El sistema de control de llama corta el paso de combustible por exceder la temperatura fijada para el secado
Falla del sistema de control
Solución : Suministrar el combustible necesario
Revisar la cámara de secado, o modificar la regulación de temperatura
Revisar el sistema de control
PROBLEMA : Formación de carbón, granos ahumados, llama deficiente
Causa : Suciedad y obstrucción de los picos pulverizadores
Falta de aire al quemador
Mala pulverización del combustible
Solución : Limpiar los picos y los filtros
Mala regulación del sistema de aire al quemador
Controlar y regular los picos
PROBLEMA : Se arroja mucha basura al exterior
Causa : Grano que ingresa muy sucio
Falta de prelimpieza del grano
Falta de un sistema apropiado para recoger basura
Solución : Efectuar la prelimpieza
PROBLEMA : Se pierden granos en el aire usado (para secadoras de flujo mixto)
Causa : Excesivo caudal de aire para el tamaño o peso de los granos
Torre de secado no totalmente llena
Solución : Reducir el caudal de aire
Verificar el control de nivel de llenado
PROBLEMA : Se producen llamaradas rojos y nubes de humo
Causa : La cámara de combustión está fría
Solución : Esperar que la cámara se caliente reduciendo el consumo de combustible. Luego de 3 a 5 minutos se habrá alcanzado el calentamiento necesario
Causa : Combustión con exceso de combustible
Solución : Disminuir el paso de combustible, si no es posible aumentar la entrada de aire
Causa : La entrada o válvula de paso de aire al quemador está parcialmente cerrada
Solución : Aumentar despacio la entrada de aire a la combustión
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