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Bibliotecas
Bibliotecas rodantes
Biblioteca de alquiler
Boletines de noticias de la comunidad
Periódicos en pizarrones
Materiales producidos a nivel local
Tablón de edictos comunitario
Círculos de lectura
Preparando escritos para los nuevos alfabetos
Continuando el esfuerzo
Proveerle oportunidades a los nuevos literatos para que continúen su educación y puedan desarrollar materiales de lectura que fomenten su integración total a la sociedad alfabetizada debe ser también parte de la planificación de un proyecto de alfabetización. La alfabetización no tendrá ningún valor si la gente no la aplica en sus labores diarias. Si la alfabetización no se utiliza, se puede perder fácilmente. Aún así, los esfuerzos para proveer seguimiento después de la alfabetización han sido bastante esporádicos.
En este capitulo se mencionan algunos de los métodos que se han desarrollado para el apoyo de los esfuerzos de alfabetización, al igual que las maneras de crear los ambientes de alfabetización para los aprendices después de terminadas las clases. Estos esfuerzos ayudan tanto a los nuevos alfabetos como a otros miembros de la comunidad a utilizar y mantener las habilidades adquiridas en la escuela o en las clases de educación de adultos.
La meta de las actividades que le
siguen a la alfabetización debe ser la de proveer materiales que los nuevos alfabetos
puedan leer con su destreza limitadas. Estos materiales deben ser interesantes para que
les motive a continuar con la lectura, y les ayude a mejorar sus vidas y su trabajo. A
continuación mencionamos varios ejemplos de actividades quepueden ayudar a crear un
ambiente que sirva de apoyo para la alfabetización.
Figura
El proyecto más importante es la biblioteca. Una biblioteca para los nuevos lectores puede ser construida utilizando materiales gratuitos de lectura provenientes de una variedad de lugares. Muchas veces los departamentos gubernamentales producen materiales gratuitos sobre la salud, la planificación familiar y la agricultura. Muchas embajadas extranjeras también producen materiales gratuitos acerca de sus países y muchos otros temas. Las casas editoras y los periódicos pueden proveer subscripciones gratuitas. Los grupos misioneros también tienen materiales gratis. Las Naciones Unidas y otras instituciones de desarrollo internacional también proveen materiales gratuitos sobre una variedad de temas de desarrollo. También hay miembros de la comunidad que pueden estar dispuestos a donar libros y otros materiales que ya no necesiten.
Un proyecto de biblioteca para los nuevos lectores puede aprovechar bien estas fuentes de materiales gratuitos si alguien se toma la iniciativa de localizarlos y solicitarlos. El educador debe incluir a los miembros de la comunidad en la búsqueda de materiales de lectura para que así haya alguien responsable por este esfuerzo.
Se necesitará un lugar para guardar los materiales. Un salón en una escuela o en otro edificio público, o quizás un edificio pequeño construido por la comunidad junto con materiales donados puede ser suficiente. En cuanto sea posible, la preparación de la biblioteca debe ser un esfuerzo de la comunidad, y se debe designar a una persona para que cuide de la biblioteca y administre el manejo de los materiales.
Los materiales de lectura no tienen que estar colocados de forma laboriosa. Los procedimientos para el uso de los libros deben ser sencillos. Es preferible perder algunos libros a que la gente no los use. A menudo, las bibliotecas comunitarias fracasan debido a las normas impuestas para controlar la pérdida de materiales de lectura. También, la falta de normas puede conducir al fracaso si todos los materiales útiles se llevan y nunca son devueltos.
Una combinación de normas y
prácticas puede balancear estos extremos. Una parte de los materiales de lectura se puede
mostrar en un lugar público (como mencionamos más adelante en la sección de tablones de
edicto de la comunidad); otra parte, como los folletos de actualidad y los materiales de
referencia, puede ser reservada para la lectura en la biblioteca; otra parte se puede
prestar siguiendo un sistema que facilite el sacar los libros de la biblioteca. Algunos
materiales se pueden perder con dicho sistema. Por lo tanto, la biblioteca debe siempre
tener materiales suficientes disponibles.
El Luknow, India, la Casa de Alfabetización
(Literacy House) ha puesto parte de su biblioteca en una bicicleta. Esta biblioteca
rodante va de un pueblo a otro siguiendo un programa regular para dejar y recoger los
libros y otros materiales de lectura. Los materiales que se terminen de utilizar en un
pueblo se llevan a otro pueblo, y de esta forma la biblioteca hace sus rondas.
Figura
Una oficina de desarrollo local
puede comenzar esta clase de servicio de biblioteca en conjunto con un proyecto pequeño
de alfabetización. La biblioteca puede incluir literatura práctica y alguna literatura
de entretenimiento. Los pueblos pueden solicitar información sobre algún problema
particular y obtener dicha información la próxima vez que la biblioteca rodante venga al
pueblo.
En las ciudades y pueblos con densidades altas de
población, algunos individuos emprendedores se han beneficiado económicamente mediante
el alquiler de literatura de entretenimiento. En Indonesia, esta clase de biblioteca es
muy popular y la mayoría de las mismas están provistas con historias modernas y
tradicionales compuestas en forma de pequines. Los educadores deben poder ayudar a las
personas a comenzar una biblioteca pequeña de alquiler que sirva para generar ingresos.
También, alguna persona con un negocio establecido como una tienda de alimentos o de té
puede añadir la biblioteca a su establecimiento y así devengar mayores ingresos.
Si hay una máquina copiadora disponible, el
educador puede preparar boletines de noticias comunitarios. Estos boletines podrían
extraer artículos de los periódicos nacionales. Se podrían llevar a cabo entrevistas
con miembros de la comunidad y escribir las mismas en el boletín de noticias. El boletín
podría contener noticias de sucesos especiales, nacimientos, muertes y enlaces
matrimoniales. Una de las oficinas locales de desarrollo - tales como la de extensión
agrícola o la de los servicios de salud - podría ayudar con los boletines de noticias y
así promover sus programas. El educador puede hacer arreglos para que haya contribuciones
locales a los boletines de noticias. Esto se lograría permitiéndole a la oficina de
agricultura o de salud que añadiese sus propios artículos y se encargase de la
producción.
Figura
En las Islas Filipinas, una comunidad desarrolló su propio periódico en pizarrones. Francisco Silva, sacerdote católico, desarrolló un periódico escrito diariamente en un pizarrón (32 pies por 10 pies) en la plaza central del pueblo de Moalboal (población de 18,000). Existen también 24 pizarras mas pequeñas localizadas a través del pueblo. La pizarra muestra cinco artículos cada día - uno local, uno regional y uno de interés nacional o internacional, una editorial y un artículo principal (por lo general acerca de la salud, desarrollo comunitario, etc.). La junta editorial del periódico está compuesta por miembros de la comunidad quienes Cambien escriben los artículos. Los estudiantes de escuela superior escriben los artículos en los pizarrones.
Cada tarde, la junta editorial se reúne y decide cuáles artículos han de incluirse en la pizarra principal. La junta utiliza un periódico nacional para las noticias y solicita contribuciones de los oficiales de desarrollo para incluirse como artículos principales. Uno de los miembros de la junta escribe los articulas para que estén listos en la mañana para los estudiantes. Los estudiantes más jóvenes estarán a cargo de las 24 pizarras más pequeñas en los vecindarios locales. Cuando los estudiantes llegan temprano a la escuela para obtener los artículos principales, traen consigo información de interés local de su barcia - nacimientos, muertes, enlaces matrimoniales y sucesos de la comunidad Una parte de esta información local se añade al pizarrón central. Los estudiantes más jóvenes llevan sus resúmenes informativos de vuelta a sus vecindarios. Las pizarras pequeñas se utilizan para mostrar todas las noticias locales junto al resumen de los artículos importantes incluidos en el pizarrón principal.
Toda la comunidad está incluida y comparte este esfuerzo. El abastecimiento y reparo de los pizarrones están financiados por las contribuciones de la comunidad. Debido al alto nivel de participación de la comunidad, los pizarrones siempre se mantienen en condiciones excelentes.
Figura
Los materiales producidos localmente pueden ser
creados por y para las clases de alfabetización como parte de una experiencia del
aprendizaje. Estos pueden ser distribuidos mediante una biblioteca comunitaria. Junto a
los materiales como los que se mencionan en el Capítulo Siete, se deben considerar las
sugerencias que mencionamos a continuación debido a su fácil implementación.
Si la comunidad tiene una tradición
sólida de narración oral, El educador puede escribir algunas de estas historias para que
la gente las pueda leer. El educador puede tomar los materiales genealógicos producidos
en las clases de alfabetización y combinarlos creando una historia de la comunidad. Esto
se puede lograr con la ayuda de otros miembros de la comunidad. Las oficinas locales de
desarrollo pueden proveer asistencia en la producción de los materiales relacionados con
sus programas. Estos materiales podrían ser fotonovelas, panfletos o carteles sobre la
salud o la agricultura. Se puede utilizar el personal local para escribirlos y como
actores en las sesiones de fotografía. Se pueden escribir dramas, canciones o artículos
religiosos tradicionales para que los miembros de la comunidad puedan leerlos sólos o
leérselos a otros.
Una pared pública, como lo es el lado de un
edificio en el área del mercado, puede servir corno el lugar para mantener un tablón de
edictos de la comunidad. Al principio, el educador puede solicitar de las oficinas locales
de desarrollo que utilizan ese espacio para colocar carteles, anuncios oficiales y
panfletos. Los periódicos y las casas de revistas pueden donar dos copias de cada
edición para que se coloquen en la pared en forma que se puedan ver todas sus páginas.
Los miembros de la comunidad pueden incluir sus propias noticias sobre artículos para la
venta o sobre los sucesos que han de ocurrir en el futuro, tales como los festivales o las
ferias. Puede haber una sección para las estadísticas vitales donde cualquier persona
puede escribir las fechas de los nacimientos, muertes y matrimonios. Si se genera
suficiente interés en el tablón de edictos, éste puede convertirse en un esfuerzo de
sustento propio mantenido por la misma gente que lo utiliza. También un negocio como una
tienda de alimentos o de té, puede proveer la ayuda económica para mantener la pared ya
que esta atrae el comercio a su negocio. Una oficina escolar o gubernamental puede estar
dispuesta a hacer lo mismo.
Figura
Si el grupo de aprendices (o la misma comunidad) es
muy pequeño para justificar el uso de una biblioteca comunitaria u otros esfuerzos más
allá de la alfabetización, el educador puede sugerir la formación de un círculo de
lectura. El círculo, compuesto de los aprendices y otros miembros alfabetos de la
comunidad, se puede subscribir a un periódico y a revistas para intercambiarlas entre sus
miembros.
Un esfuerzo parecido al círculo de lectura fue el proyecto en Tailandia del salón de lectura de periódicos.. Cada comunidad que estaba participando en este esfuerzo construyó un salón de lectura en un área pública. Estos salones eran de construcción simple y se construyeron utilizando únicamente materiales disponibles a nivel local. El gobierno central contribuyó con materiales y periódicos de fácil lectura. La movilización de la iniciativa local para nutrir el principio de la lectura, al igual que la construcción de un salón público de lectura, construyeron la clave del éxito de este proyecto.
Figura
Si el proyecto de alfabetización es parte de un
esfuerzo mayor en el país anfitrión, el educador puede comenzar con talleres de
escritura en los cuáles un grupo de alfabetas se reúne para escribir artículos
exclusivamente para los nuevos alfabetas. Los materiales desarrollados en este taller
pueden ser producidos en masa para la distribución por las bibliotecas de la comunidad,
salones de lectura o proyectos de alfabetización.
Al escribir para los nuevos alfabetos, el escritor debe recordar que las capacidades de lectura de la audiencia objetivo no están desarrolladas del todo. Debe utilizar fotografías y dibujos (recordando lo mencionado en el Capítulo Siete sobre el alfabetización visual) para ayudar a mantener el mensaje transmitido mediante el material escrito. El escritor debe limitar su vocabulario a la lista de palabras utilizadas en la clase de alfabetización o a una lista parecida que incluya las 1,500 o 3,000 palabras usadas con mayor frecuencia en el lenguaje. Los materiales deben utilizar tipos grandes y deben estar escritos en el lenguaje hablado por los nuevos alfabetas. La materia debe ser interesante y de algún uso inmediato para los lectores. También, como es el caso con los materiales educativos, todos los materiales deben ser examinados con un grupo de nuevos alfabetas antes de producirlos en masa. Esta prueba debe prestar suma atención a si los materiales se entienden fácilmente y si son de interés para los nuevos lectores.
Antes de comenzar el diseño de los materiales, se debe conducir una encuesta sobre los intereses de lectura. Una fuente de tales datos es el grupo de partícipes en el proyecto. Para obtener posibles temas de interés, se pueden formular preguntas sobre lo que les gustaría leer, qué ayuda necesitan en sus vidas diarias y en su trabajo, y sobre lo que les gusta hacer para entretenerse. Otra fuente de estos datos es la experiencia práctica de otros trabajadores de desarrollo que estén prestando sus servicios a la comunidad. Si ya existen alfabetos en la comunidad, éstos deben ser entrevistados para conocer lo que leen y lo que leerían si estuviese disponible. Se puede asumir que los nuevos lectores desarrollarán gustos similares de lectura.
Bhola, en su escrito Curriculum Development for Functional Literacy and Nonformal Education Programs, enfatiza la necesidad de contestar dos preguntas básicas antes de proseguir con el diseño de libros para nuevos alfabetos.
1) ¿Son necesarios los materiales de lectura para los nuevos alfabetos?
Estas son preguntas muy básicas que muchas veces ni se formulan. Puede ser que los materiales ya estén disponibles. Puede que no exista ninguna razón para que los nuevos lectores obtengan libros ya que otros tipos de actividades son mucho más relevantes. Si los libros son relevantes, entonces se debe encontrar el enfoque apropiado.
En Zambia, los participantes en un taller de la planificación del trabajo que sigue a la alfabetización:
a) proveyeron una lista de libros disponibles en el país para nuevos alfabetas;
b) analizaron los libros y su relación con los intereses y necesidades de los lectores;
c) desarrollaron una lista de materias nuevas, y escogieron un tema que luego habrían de desarrollar en un libro para los nuevos alfabetas.
En la preparación del libro se siguieron siete pasos principales. Primero, se escogió un tema. El segundo paso incluyó el proceso de definición de contenido, decidiendo lo que habría de discutirse en el libro.
En el tercer paso, el tema se esbozó y se escogieron los títulos de los capítulos. El cuarto paso incluyó la decisión sobre la audiencia primaria y secundaria del libro. (Esta decisión es importante ya que provee las guías en la selección del vocabulario).
El quinto paso en el proyecto lo fue la preparación de un bosquejo del libro. Donde existen varios lenguajes, se puede tomar una decisión para escribir el primer bosquejo en el lenguaje oficial del país. Este borrador (draft), el cuál debe utilizar un vocabulario sencillo y oraciones concisas, podría ser utilizado como el bosquejo principal para versiones en otros lenguajes. Si se utiliza este enfoque, el sexto paso sería el de la preparación de las guías para los traductores.
En el séptimo paso se deciden los
asuntos de formato. Si se van a utilizar dibujos, algunos pueden ser preparados por los
aprendices adultos. Si hay otros recursos disponibles, se pueden utilizar fotógrafos o
dibujantes.
Si el educador está preocupado sobre cómo
continuar con el esfuerzo de alfabetización que ha comenzado, debe asegurarse de que haya
miembros en la comunidad que estén dispuestos a continuar el trabajo cuando él se
marche. Estos individuos deben participar en la labor desde el comienzo, y deben sentir
que el proyecto de alfabetización ha sido también su esfuerzo.
El educador puede comenzar un proyecto de alfabetización dedicándole mucho de su tiempo y energía. Sin embargo, a medida que el esfuerzo continúe, debe tratar de pasar menos tiempo cada vez mientras que la gente con la que él está trabajando contribuye con más tiempo y asume mayor responsabilidad. Antes de que el educador se marche, los individuos locales deben estar encargados de todos los aspectos relacionados con el proyecto sin necesitar de su ayuda. Quizás una última tarea para el educador, antes de marcharse, puede ser la de ayudar a sus co-trabajadores a planificar por lo menos el próximo año y agrupar los recursos para convertir el plan en una realidad.
No hay ninguna forma de asegurar que
el esfuerzo ha de continuar; pero, si los educadores locales sienten que el proyecto es su
responsabilidad, si han estado administrando todo el esfuerzo por algún tiempo, y si
tienen un plan para continuar el trabajo, el educador habrá hecho todo lo posible para
hacer que el proyecto sea autosuficiente.